Cada mañana de éste invierno tan cálido, espero a que su claridad me muestre ese cielo azul que tanto me gusta. Sé que el agua es necesaria, el campo la necesita, también los pantanos y ríos, pero yo adoro las mañanas claras y los cielos azules, porque me hacen ver la vida de forma diferente, más alegre y llena de luz.
Los días grises, me encierran en mi misma y me ponen triste y melancólica, aunque también es cierto que me hacen conocerme un poco mejor porque invado mi interior y descubro cosas maravillosas de mí misma, vivo más dentro de mí y lo exterior es sólo secundario.
Bienvenido sea éste sol que calienta y no quema y bienvenida sea también el agua que se necesita para que todos podamos vivir.
Arboleda ( Gemma Colunga Valle)
04/02/2016
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